Dicen por ahí que enseñamos lo que sabemos y contagiamos lo que vivimos.
Nuestros embajadores y embajadoras son compañeros de viaje que contagian al caminar, pues ya fueron contagiados por el entusiasmo compartido en este desafío de hacer una diferencia allá donde estemos, abriendo oportunidades para lograr igualdades.
Los embajadores nos acompañan con su labor de difusión, visibilidad y búsqueda de posibles conexiones en distintos lugares del mundo. Para Avesedari también hacen una gran diferencia al abrirnos puertas y despertar inquietudes.